Por Mateo Garzón
Si Santos quiere a André Jardine, tendría que pagarle $5 millones a América, una cifra que parece casi impagable. El estratega brasileño es pretendido en su país natal, pero por ahora sigue concentrado en Las Águilas. Según reveló VF, este valor es el que mantiene las cosas frías por el club carioca, pues saben que es demasiado alto.
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A pesar del interés que su exitoso trabajo en el Club América ha generado en otros mercados, incluyendo el de su país natal, André Jardine ha mostrado una notable estabilidad y compromiso con el proyecto azulcrema.
Su decisión de permanecer en Coapa parece estar arraigada en el reconocimiento de la fortaleza y la ambición del proyecto deportivo en curso, el respaldo constante que ha recibido por parte de la directiva del club, la calidad y el potencial del plantel que dirige, y la innegable grandeza e importancia histórica del Club América en el fútbol mexicano.
Estos factores, en su conjunto, parecen ofrecerle a Jardine un escenario profesional atractivo y desafiante, superando por el momento cualquier motivación para explorar nuevas oportunidades fuera del Nido.
El delicado presente deportivo del Santos de Brasil, evidenciado por su histórico descenso a la Serie B y la aún incierta reconstrucción de su proyecto futbolístico en su regreso a la máxima categoría, se conjuga con una situación económica que limita considerablemente su capacidad de maniobra en el mercado de fichajes.
Esta combinación de factores adversos hace particularmente improbable que el club carioca pueda afrontar el desembolso significativo que implicaría el pago de la cláusula de rescisión de André Jardine, un técnico que goza de estabilidad y éxito en el América. La marcada diferencia entre el sólido proyecto que lidera Jardine en México y la incertidumbre que rodea al Santos en Brasil refuerza la idea de que la llegada del estratega al "Peixe" se encuentra, por el momento, en un punto muerto.
La inminente posibilidad de que el Club América asegure su participación en el Mundial de Clubes 2025 representa un atractivo adicional y un argumento de peso para que André Jardine considere seriamente su continuidad al frente del equipo. La oportunidad de dirigir a un club mexicano en un torneo de talla mundial, con la visibilidad y el prestigio que ello conlleva, podría ser un factor determinante en su decisión de permanecer en Coapa y seguir liderando un proyecto con aspiraciones globales.
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