Dos refuerzos en camino, la promesa de Santiago Baños que ilusiona a André Jardine
Las dos posiciones que reforzarán Las Águilas para la temporada que viene.
América ya empezó a mover fichas puertas adentro y no se trata solo de nombres, sino de una decisión estructural. De acuerdo con información de Julio Ibáñez, la directiva azulcrema tiene claro que el equipo irá al mercado por dos refuerzos puntuales para el Clausura 2026: uno para la media cancha y otro futbolista creativo que ocupe ese rol que el equipo perdió desde la salida de Diego Valdés. No será un mercado ruidoso, pero sí quirúrgico. El problema es que para llegar a esos nombres, primero habrá que resolver algo más profundo.
El vacío que América nunca logró llenar
Durante los últimos seis meses, América compitió, ganó partidos y sostuvo resultados, pero jugó sin un verdadero conductor. La ausencia de un futbolista que ordene, filtre pases y marque el ritmo fue una constante. Por eso, la prioridad está clara. Sin embargo, identificar la necesidad es apenas el primer paso. El verdadero dilema aparece cuando se analiza si el club está en condiciones reales de salir a comprar.
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Los nombres que empezaron a aparecer
En ese contexto comenzaron a circular algunos perfiles que encajan con lo que busca el cuerpo técnico. Agustín Palavecino es uno de los mediocampistas que más consenso genera, mientras que Kevin Castañeda aparece como otra alternativa para sumar dinámica y pase. También sonó Emiliano Gómez, aunque su destino estaría cada vez más cerca de Toluca, alejándolo definitivamente de Coapa. Pero más allá de los nombres, hay una frase que condiciona todo el escenario.
Sin ventas, no hay mercado
El propio Ibáñez fue contundente: si América no vende, difícilmente pueda comprar. Esa realidad obliga a replantear la estrategia. El club no planea endeudarse ni romper el equilibrio financiero, por lo que cualquier incorporación dependerá directamente de las salidas. Y ahí es donde el mercado empieza a tomar otro color.
Jardine pidió mucho más que dos refuerzos
Aunque públicamente se habla de dos fichajes, André Jardine fue más ambicioso en privado. El entrenador solicitó hasta seis incorporaciones para renovar energías y elevar la competencia interna. Pero sabe que no todas llegarán. Por eso, antes de sumar, está dispuesto a soltar. Y la lista ya está sobre la mesa.
Las salidas que cambiarán el panorama
América prepara al menos siete bajas para liberar cupos y presupuesto. Los nombres que aparecen son Alan Cervantes, Emilio Orquín, Santiago Naveda, Néstor Araujo, Javairo Dilrosun, Igor Lichnovsky y Víctor Dávila. Algunas salidas serían definitivas, otras a préstamo, pero todas apuntan a un mismo objetivo: habilitar el mercado que Jardine necesita.
El verdadero movimiento aún no empezó
Mientras los rumores se multiplican, en Coapa saben que lo más importante todavía no se hizo público. Primero se irán piezas, después llegarán los refuerzos. América no apunta a cantidad, sino a impacto. Y recién cuando caiga la primera venta, el rompecabezas del Clausura 2026 empezará a mostrar su forma real.
Porque en este mercado, más que fichar, América necesita decidir. Y esa decisión todavía se está cocinando.
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