El mensaje de Marcelo Bielsa que ilusiona al americanismo rumbo al Mundial 2026
El entrenador argentino habló sobre lo que se viene en el país sudamericano.
Marcelo Bielsa suele dejar frases que dan para pensar. No es un técnico que hable por hablar ni que entregue discursos vacíos; cada palabra suya tiene un peso específico en el entorno del futbol. Y esta vez, sus declaraciones en conferencia dejaron una lectura que impacta directamente en varios futbolistas del América que vienen siendo considerados por Uruguay rumbo al Mundial 2026. Aunque él jamás lo diga de manera directa, su mensaje fue claro: no habrá grandes cambios en la lista definitiva, y quienes ya están dentro del proyecto tienen el camino bastante allanado.
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“Caras nuevas, creo que no (…) Si usted ve alguna figura que merezca un sitio protagónico y con capacidad de resolver la problemática del equipo fuera de los jugadores que cito habitualmente, no, no veo eso”, dijo Bielsa con su habitual sinceridad. Una frase corta, pero suficiente para que en Coapa tomen nota. Rodrigo Aguirre, Sebastián Cáceres y Brian Rodríguez, tres jugadores que han sido parte de las convocatorias, parecen tener una ventaja importante para mantenerse en la consideración rumbo a la Copa del Mundo.
No es un secreto que Bielsa trabaja con procesos largos, basados en la confianza, el desgaste y la repetición. Quien logra adaptarse a él y sostenerse, suele tener un lugar asegurado. Y en ese sentido, los futbolistas del América han sabido responder: Cáceres se transformó en un defensor confiable, Aguirre mostró regularidad y Rodríguez, con altibajos, sigue siendo una alternativa válida en la estructura ofensiva. Nada de esto garantiza un mundial, pero sí marca una tendencia.
Pero lo más llamativo de su conferencia no fue la lista, sino su propia reflexión sobre su personalidad y la manera en que vive la profesión. Bielsa abrió una puerta pocas veces vista en un entrenador de élite: la autocrítica emocional. “Soy un gran generador de tensiones. Cuando yo llego, el ambiente queda tenso. Por eso aparezco poco”, reconoció. Lo dijo sin dramatizar, como quien entiende que su forma de ser tiene consecuencias.
Luego fue más profundo y casi incómodo: “Yo soy tóxico. Relacionarse conmigo empeora al que se relaciona conmigo. Tipos que sólo ven el error, que demandan, que nunca están satisfechos, que corrigen, que sólo les gusta hablar del trabajo… Yo lo vivo como un karma, y esa conducta está basada en el miedo”.
La frase final abrió todavía más el debate: “Uno teme por perder mucho más de lo que disfruta por ganar. Entonces esa obsesividad está en la búsqueda de recursos que te alejen de la derrota”.
Para el América, sin embargo, estas palabras son un indicador más de lo que puede venir. Si el técnico se mantiene firme en su idea, los jugadores azulcremas seguirán siendo parte de un proceso que podría culminar con su presencia en el Mundial. Siempre que mantengan el nivel, claro está. En Coapa lo saben: tener mundialistas potencia la imagen del club, el valor de la plantilla y la confianza interna. Y en esta etapa de reconstrucción y ambición, la vitrina internacional nunca está de más.
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