Emilio Azcárraga y Santiago Baños, una dupla cuestionada pero efectiva: los números respaldan su gestión en América
En América se han hecho las cosas de la mejor manera en los últimos años.
OPINIÓN
En el futbol mexicano es común que el éxito no siempre alcance para acallar las críticas, y el caso del Club América es el mejor ejemplo. Emilio Azcárraga y Santiago Baños han formado una dupla que, pese a estar constantemente bajo la lupa, sigue entregando resultados que muy pocos pueden igualar. En medio de opiniones divididas y cuestionamientos sobre algunos fichajes, los números hablan claro: el proyecto azulcrema ha sido exitoso, y su estabilidad deportiva y económica lo confirman.
Durante los últimos torneos, el América ha mantenido una regularidad envidiable. No solo conquistó el tricampeonato, una hazaña que lo reafirmó como el club más poderoso del país, sino que además ha disputado cuatro finales consecutivas y sigue siendo protagonista en cada torneo que juega. Pocos equipos pueden presumir esa consistencia, y menos aún hacerlo mientras atraviesan un proceso de renovación tanto en el plantel como en la dirección técnica.
Es cierto que algunas decisiones del mercado de pases generaron dudas entre la afición. La llegada de ciertos refuerzos no tuvo el impacto esperado y eso abrió la puerta a las críticas hacia la gestión de Baños. Sin embargo, los logros deportivos terminan avalando su trabajo. América ha sabido sostener un plantel competitivo, con equilibrio entre figuras consolidadas y jóvenes que poco a poco han ido ganando espacio. Además, el respaldo económico que mantiene el club bajo la administración de Azcárraga permite planificar con estabilidad y sin sobresaltos, algo que en el futbol mexicano no es menor.
Lo que muchos ignoran es que detrás de cada torneo hay una estructura sólida que no se improvisa. Azcárraga ha sabido rodearse de gente de confianza y, pese a las presiones mediáticas, mantiene la convicción de que su modelo funciona. Él mismo lo dijo recientemente: “La parte de dirección deportiva se está haciendo bien, el #fuerabaños, pues Santiago Baños llegó a cuatro finales consecutivas, le puedes criticar que si tuvo un mal refuerzo, seguramente, pero perdón, el trabajo está hecho ahí…”. Una frase que resume la visión del dueño americanista: exigir sí, pero también reconocer los méritos.
Hoy el América encara una nueva Liguilla con la obligación de volver a levantar el título, pero también con la tranquilidad de saber que hay una base sólida detrás. El equipo no siempre ha mostrado su mejor versión futbolística este año, pero compite, responde y nunca deja de ser protagonista. Esa es la marca de un proyecto que, con sus luces y sombras, sigue cumpliendo los objetivos.
Azcárraga y Baños pueden ser cuestionados, pero los hechos los respaldan. En un entorno donde los resultados mandan, el América sigue estando donde siempre debe estar: peleando por todo. Y mientras esa fórmula siga funcionando, las críticas serán solo ruido de fondo en un club acostumbrado a vivir bajo la más alta exigencia.
Por: Diego Becerra.
