La distancia que existe hoy entre América y los demás grandes históricos del futbol mexicano
América está por encima de todos los equipos de México.
OPINIÓN
La conversación sobre los “grandes” del futbol mexicano siempre aparece en las mesas de debate, pero la realidad deportiva de los últimos años muestra una diferencia que ya es difícil de ignorar. El Club América se despegó del resto. No solo por historia, títulos o popularidad, sino por funcionamiento, estabilidad y un proyecto que compite todos los torneos sin excepción.
Hoy, América es el equipo más ganador de México y también el que mejor representa lo que significa ser un club grande: mantenerse arriba, disputar finales, pelear por campeonatos y no conformarse con temporadas medianas. Mientras otros equipos viven ciclos de reconstrucción cada dos o tres torneos, las Águilas se mantuvieron en la misma línea: competir y ganar.
En los últimos años, el club llegó a cuatro finales consecutivas, un escenario que muy pocos equipos en México han podido sostener en la era moderna del futbol local. Y no solo llegó: ganó tres de esas cuatro finales, un dato que resume la regularidad de un proyecto bien diseñado, con una columna vertebral clara y un cuerpo técnico que supo gestionar plantillas, presión y momentos clave.
Ahora, América ya apunta a su quinta final al hilo, algo que refleja lo alto que quedó el estándar en Coapa. Mientras en otros clubes una semifinal se celebra como un éxito rotundo, para América es parte de la obligación. Competir no es un mérito, es la base. Ganar es lo que se exige.
Esa exigencia también explica por qué la distancia con otros grandes históricos se hizo más evidente. Mientras Chivas lidia con constantes cambios de proyecto, problemas en cantera y temporadas irregulares, y mientras Cruz Azul sigue sin lograr una estabilidad real, América consolidó un modelo claro: continuidad, disciplina, competencia interna y jerarquía en partidos importantes.
El club no está exento de críticas, pero incluso en sus malos momentos encuentra la manera de competir. Gana cuando juega bien, pero también compite cuando toca sufrir. Y esa es una diferencia que los demás no han podido igualar.
Hoy, América no solo es el más ganador: es el más constante, el más exigente consigo mismo y el que fijó un estándar que parece complicado que los otros grandes igualen a corto plazo. En un futbol mexicano lleno de altibajos, el único equipo que se mantiene en la cima, torneo tras torneo, es el América. Y eso explica la distancia que existe actualmente.
Por: Diego Becerra.