No solo perdimos la final, el golpe bajo que recibe el máximo líder del americanismo
Club América y un tema que genera también controversia a nivel político y deportivo
La derrota del Club América en la final del Clausura 2025 ante Toluca, que frustró el sueño del tetracampeonato y mantuvo a Chivas de Guadalajara como el único poseedor de esa gesta en la Liga MX, ha dejado una herida profunda en Coapa. Sin embargo, para el dueño del club, Emilio Azcárraga, la frustración no se limitó al campo de juego. Tan solo unos días después del revés deportivo, la directiva azulcrema recibió un nuevo "golpe bajo" en la trascendental Junta de Dueños, que podría reconfigurar el poder dentro del fútbol mexicano.
La Asamblea de Dueños: Un Nuevo Directorio y Menos Influencia Televisiva
Según información revelada por Rubén Rodríguez en FOX Sports, durante la reciente Asamblea de Dueños se abordó un tema de vital importancia para el futuro del balompié nacional: la designación de un tercer directivo. Esta nueva figura tendrá la responsabilidad de tomar decisiones tanto en la Liga MX como en la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). Su rol será el de una especie de mediador, pero con la autoridad para ayudar a tomar decisiones y dirimir en momentos de desacuerdo entre los clubes.
Esta iniciativa no es casualidad; ha sido ideada y ejecutada desde el G-8 de la Liga Mexicana, un grupo con figuras influyentes como Jesús Martínez, actual propietario del Pachuca. La propuesta central del G-8 es que un agente externo, completamente ajeno a los intereses de Televisa o TV Azteca, sea quien se haga cargo de la Liga Mexicana. Una medida que, de consolidarse, cambiaría drásticamente la historia del fútbol nacional tal como se conoce actualmente.
Independencia y Reconocimiento FIFA: Los Objetivos del G-8
El objetivo primordial del G-8 con esta audaz idea es lograr la independencia de la Liga MX de la Federación Mexicana de Fútbol, al menos en el área administrativa. Es crucial recordar que, ante la FIFA, la única institución legalmente constituida y reconocida es la FMF, lo que le otorga voz y voto en el ámbito internacional. En contraste, la Liga MX aún no ha conseguido este estatus de autonomía y reconocimiento directo por parte del máximo organismo rector del fútbol mundial. La introducción de este tercer directivo busca precisamente fortalecer a la liga en su estructura y operación.
Esta propuesta, como bien lo señaló Rubén Rodríguez, podría "mover el piso" en la liga mexicana. Durante varios años, ha existido una innegable hegemonía bajo la administración de personas cercanas a las grandes cadenas televisivas del país. Esta cercanía, en ocasiones, ha provocado conflictos de intereses y ha generado percepciones de favoritismo en la toma de decisiones. La Junta de Dueños, en un movimiento significativo, dio luz verde para que se dé este paso y el nuevo directivo asuma su cargo.
El Impacto Directo: Un "Golpe Bajo" para Azcárraga y Salinas
La noticia de la designación de este tercer directivo se percibe como un "golpe bajo" para Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas, los dueños de las principales cadenas de televisión de México (Televisa y TV Azteca, respectivamente). Esto, según los análisis, significaría una pérdida de influencia directa en la gestión y administración del balompié nacional mexicano. Tradicionalmente, estas figuras y sus emporios mediáticos han ejercido un poder considerable en las decisiones que rigen el fútbol del país.
La decisión del G-8 de impulsar esta medida responde a la necesidad de que el nuevo directivo que ingresa ayude a organizar y profesionalizar tanto la Liga MX como la FMF. Este movimiento cobra especial relevancia en un momento crucial para el fútbol mexicano, con el Mundial de Clubes a la vuelta de la esquina y la coorganización del Mundial de 2026. La intención es clara: modernizar la estructura, asegurar la transparencia y alinear el fútbol mexicano con los estándares internacionales de gobernanza.
Para Azcárraga, la final perdida ante Toluca fue un revés deportivo. Sin embargo, la resolución en la Junta de Dueños representa un desafío aún mayor, ya que afecta directamente la esfera de poder e influencia que su televisora ha mantenido históricamente en el deporte más popular del país. La era de los "hombres fuertes" de las televisoras al frente de las decisiones clave en el fútbol mexicano podría estar llegando a su fin, dando paso a una nueva etapa de mayor autonomía y profesionalización en la Liga MX y la FMF.