El América no tiene techo: el desafío de sostener una era dorada

El América demuestra todos los años que es el mejor de México.

El tricampeón no tiene techo.
El tricampeón no tiene techo.
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OPINIÓN

Después de ser tricampeón, no es fácil conseguir cosas importantes. América lo sabe y lo demuestra: volvió a una final, su cuarta consecutiva, y aunque la perdió, sigue en la pelea. No se conforma con la historia; sigue compitiendo.

En este Apertura 2025, el equipo está en playoffs y va por su título número 17. Eso refleja la regularidad que pocos clubes tienen en México. Estar en instancias decisivas no es casualidad, es trabajo de plantilla, cuerpo técnico y directiva. América mantiene un nivel que lo hace diferente al resto.

La fuerza del equipo no está en un solo jugador. Es un grupo que entiende lo que significa vestir la camiseta azulcrema. Cada partido es una responsabilidad, cada torneo un desafío. El equipo no se detiene y mantiene la exigencia que exige ser el más grande.

Jardine ha logrado que el éxito no dependa de rachas ni nombres. La idea del equipo está clara y eso permite competir con constancia. Aunque se pierda una final, el América siempre vuelve a estar presente. Esa es la diferencia entre un club grande y uno que solo aspira a momentos buenos.

Además, América combina poder económico con buen manejo deportivo. No solo es competitivo dentro de la cancha, también sabe cómo manejarse fuera. Eso le permite mantener la plantilla, reforzarse y sostener su nivel año tras año.

El reto ahora es no quedarse con lo hecho. América sabe que cada torneo es una oportunidad y que nada se regala. Para sostener una era dorada hay que seguir mejorando, darle oportunidad a la cantera, reforzarse de forma inteligente y no perder la identidad que lo distingue.

Ser del América es aceptar la presión y vivir con ella. Es ganar y perder, pero siempre con la exigencia de competir. Hoy, con playoffs en puerta y el título 17 como objetivo, el equipo demuestra que su grandeza no es casualidad.

América ya hizo historia. Ahora sigue construyendo su futuro.

Por: Diego Becerra

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