Emilio Azcárraga baja línea en Coapa y así fue su fuerte advertencia al plantel del América
El presidente de Las Águilas no se guardó nada contra la plantilla.
El 2025 no ha sido un año sencillo para el Club América. Entre altibajos en el torneo, lesiones y rendimientos irregulares, el conjunto azulcrema no logró mostrar su mejor versión durante gran parte de la temporada. Sin embargo, en Coapa existe la firme convicción de que la historia puede cambiar en la Liguilla, donde todo se reinicia y los grandes suelen despertar.
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En ese contexto, Emilio Azcárraga Jean, dueño del América, habló en entrevista con TUDN sobre el presente del equipo y el reto que se avecina en la fase final del torneo. Con su estilo directo, el empresario reconoció que el club no estuvo a la altura de lo esperado, pero también dejó en claro que no hay lugar para excusas cuando se trata de un equipo con la historia y exigencia del América.
Azcárraga no evitó referirse al golpe que significó perder el título el semestre pasado, aunque aprovechó el momento para enviar un mensaje contundente al vestidor: el objetivo no cambia, el campeonato sigue siendo una obligación.
“Yo acepto mucho, nosotros hemos puesto el nivel del América muy alto, aquí se gana el campeonato o se o se fracasa, no me voy a mover de ahí. Es una responsabilidad mía y de gente que trabaja en el club, jugadores, cuerpo técnico, de todos los que están ahí“, dijo el dueño azulcrema.
Estas palabras resonaron fuerte en el entorno americanista. Para muchos, se trata de una advertencia directa a los jugadores y cuerpo técnico, un recordatorio del peso que implica vestir la camiseta del club más importante del país. Azcárraga dejó claro que no se conforma con llegar a las instancias finales: en el América solo vale ganar.
De cara a la Liguilla, el ambiente en Coapa es de máxima concentración y compromiso. André Jardine sabe que el margen de error es mínimo y que cualquier tropiezo puede costar caro. El plantel, por su parte, ha cerrado filas con el objetivo de recuperar la identidad que los llevó a ser campeones no hace mucho.
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El mensaje desde la presidencia fue claro: el América debe recuperar su esencia ganadora, volver a imponer respeto y demostrar que sigue siendo el rival más temido de la Liga MX. La Liguilla será el escenario perfecto para hacerlo y, esta vez, no hay margen para el fracaso.
