Los movimientos que planea el América para volver más fuerte en 2026
El América empieza a pensar en la próxima temporada y los refuerzos que podría fichar.
El América encara el final del 2025 con la misma exigencia de siempre: pelear por el título. Luego de un torneo marcado por altibajos, el equipo de André Jardine se mantiene en la pelea y busca cerrar el año levantando una nueva copa, algo que le daría revancha tras aquella final perdida en el Clausura. Pero en Coapa saben que, más allá del presente, también hay que pensar en lo que viene. El 2026 está a la vuelta de la esquina y el club ya se mueve con la idea de mantener su dominio en la Liga MX.
El rendimiento del equipo durante el año se vio condicionado por una larga lista de lesiones. Jardine no pudo contar de forma constante con varios jugadores importantes, y uno de los más afectados fue Henry Martín. El capitán sufrió una seguidilla de molestias musculares que lo alejaron de casi todos los compromisos del semestre. En su ausencia, América perdió poder ofensivo y, sobre todo, liderazgo dentro del vestidor. A esto se sumaron otros golpes físicos que complicaron la rotación y forzaron al técnico a improvisar más de una vez. La directiva es consciente de que el plantel necesita no solo más variantes, sino también jugadores que lleguen en plenitud física para competir por todos los frentes.
Mientras se define el futuro inmediato del equipo, en los pasillos del club ya se habla de ajustes. Algunos futbolistas con contrato vigente podrían salir para abrir espacio a nuevos refuerzos. El caso más comentado es el de Henry Martín, quien, pese a su peso histórico y su condición de tricampeón, podría ver revisado su vínculo debido al alto salario y su historial reciente de lesiones. También se evalúan otras situaciones y ya hay algunas bajas que estarían confirmadas como las de Igor Lichnovsky y Víctor Dávila. En Coapa no se piensan grandes cambios, sino una renovación puntual que mantenga la base del éxito reciente, pero con aire fresco en posiciones clave.
América ya tendría avanzadas las negociaciones con Agustín Palavecino, mediocampista argentino con pasado en River Plate. Su llegada aportaría control y buen pie en el mediocampo, una zona que Jardine considera fundamental para elevar el nivel colectivo. Además, suenan otros nombres como Julián Araujo, lateral derecho mexicano que podría reforzar una banda con mucha exigencia, y Gil Alcalá, arquero confiable que llegaría a competir el puesto con Malagón. En las últimas semanas también surgieron rumores más ambiciosos: figuras de talla mundial como Douglas Costa o Riyad Mahrez, aunque sus salarios y situación contractual hacen que su arribo sea complejo. La directiva, sin embargo, no descarta una sorpresa si se presentan condiciones favorables.
Otro nombre que sigue en la carpeta es el de Juan Manuel Sanabria, jugador del Atlético de San Luis, quien ya estuvo en la mira azulcrema en mercados anteriores. Y como cada vez que se acerca un nuevo año, en el entorno americanista aparece un sueño compartido: el regreso de Raúl Jiménez.
El atacante de la Selección Mexicana que brilla en la Premier League, podría regresar al club que lo formó una vez que termine el Mundial 2026, aunque todo dependerá de la decisión que tome el propio jugador que sabe muy bien que tiene las puertas abiertas para un regreso a Coapa, en donde lo esperan con los brazos abiertos para conseguir cosas importantes.
Desde su llegada, André Jardine ha insistido en una idea: continuidad. No se trata de reinventar al América, sino de fortalecer su estructura. El técnico brasileño quiere un equipo con más variantes ofensivas, jugadores que puedan competir al máximo nivel físico y una plantilla equilibrada entre experiencia y juventud. El proyecto ha dado resultados, pero en Coapa saben que cada torneo comienza desde cero. Por eso, el Clausura 2026 aparece como una nueva oportunidad para consolidar lo construido, retocar lo necesario y mantener la misma mentalidad ganadora que caracteriza al club.
En el América nadie se permite mirar hacia atrás por mucho tiempo. Las finales, ganadas o perdidas, solo sirven para aprender. Y los nombres que suenan hoy son parte de una idea más grande: sostener el prestigio de un equipo que siempre busca estar un paso adelante. El 2026 promete ser un año de cambios moderados, pero con la misma ambición de siempre. Porque en Coapa no se trata solo de reforzarse: se trata de seguir siendo América, el club que nunca se cansa de competir.