Opinión: Las tres razones por las cuales América remontará la serie ante Rayados
Las Águilas tienen posibilidades de pensar en la remontada.
La derrota 2-0 en la ida de los cuartos de final ante Rayados dejó al América contra las cuerdas. El equipo de André Jardine no encontró ritmo, fue superado en intensidad y, a pesar de algunos intentos aislados, nunca logró generar peligro real. El marcador refleja una noche gris en Monterrey, pero la serie aún no está cerrada. América tiene motivos para soñar con la remontada y la vuelta en Ciudad de los Deportes será clave.
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1. Grandeza para responder en los momentos más difíciles
El América es un club acostumbrado a la presión. No es la primera vez que se encuentra en una situación complicada y logra revertirla. La historia azulcrema está llena de remontadas y finales decididas con garra. Este equipo, pese a su mala noche en la ida, tiene jugadores que saben que los momentos de mayor apuro son los que definen la grandeza de una institución. La derrota del primer partido dolió, pero también puede servir como recordatorio de que ninguna eliminatoria está perdida hasta el último minuto.
2. Ciudad de los Deportes, la localía como ventaja
Aunque muchos piensen en el Estadio Azteca como el bastión tradicional, el América ha sabido transformar Ciudad de los Deportes en un lugar donde el equipo se siente fuerte. La afición empuja, el ambiente aprieta y los jugadores suelen responder con intensidad, algo que no ocurrió en la ida. La localía será un factor decisivo: si el equipo logra imponer su ritmo desde el primer minuto, el escenario podría inclinarse a favor de los azulcrema y permitir que la serie se vuelva a abrir.
3. Jerarquía de sus referentes para marcar la diferencia
El equipo cuenta con figuras capaces de cambiar la historia de la serie. Álvaro Fidalgo puede ser el cerebro que ordene el mediocampo y genere juego; Henry Martín tiene la capacidad de aparecer en momentos clave y desequilibrar con su olfato de gol; y Luis Malagón se mantiene como un seguro bajo los tres palos, capaz de salvar al equipo en situaciones críticas. A ellos se suman otros jugadores experimentados que entienden la importancia de no rendirse y de liderar desde la cancha, incluso cuando el resultado no acompaña.
A pesar de la desventaja, la combinación de grandeza institucional, la ventaja de jugar en casa y la jerarquía de sus históricos mantiene vivo el sueño de América. La serie no está cerrada, y si el equipo logra corregir errores, recuperar confianza y hacer valer su identidad, todavía puede darle vuelta a la historia. La vuelta será una prueba de carácter, y los azulcrema deberán demostrar que, aunque la ida fue mala, la camiseta pesa más que cualquier resultado adverso.
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Por: Diego Becerra.
