La directiva del América sigue viviendo del pasado y el equipo lo paga

Los directivos del equipo azulcrema, no han tomado las mejores decisiones.

Emilio Azcárraga junto a Jardine y Baños.
Emilio Azcárraga junto a Jardine y Baños.
Foto de Diego Becerra
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OPINIÓN
La directiva del Club América, encabezada por el dueño Emilio Azcárraga y el presidente deportivo Santiago Baños, es parte de la historia más grande del fútbol mexicano. Sus logros recientes, como el tricampeonato que consolidó al América como el mejor equipo del país durante varios años, son innegables. También llegaron a la final del Clausura 2025, donde cayeron ante Toluca, demostrando que, aunque el club mantiene su grandeza histórica, los desafíos continúan aumentando.
Sin embargo, en los últimos años, América ha perdido varias figuras que fueron pilares del éxito. Algunos jugadores que marcaron época ya no están, y el club no siempre ha logrado reemplazarlos con refuerzos que den un salto de calidad inmediato. La plantilla actual, aunque competitiva, ha mostrado momentos irregulares, especialmente en la mitad de la cancha, donde el equipo a veces tarda en encontrar juego y depende demasiado de unos cuantos jugadores para marcar la diferencia.
Durante el Apertura 2025, América ha mostrado una versión irregular. Con un fútbol que por momentos fue poco convincente, el equipo ha tenido que depender de individualidades para sacar resultados. Aun así, sigue clasificado a los playoffs, a solo dos puntos del líder, lo que demuestra que la historia y la base de talento todavía juegan a favor del equipo. Pero no alcanza solo con historia; los resultados recientes muestran que mirar demasiado al pasado puede ser un error.
La directiva, en muchos sentidos, parece vivir de glorias pasadas. La obsesión por mantener el legado del tricampeonato y sus nombres históricos puede estar impidiendo decisiones audaces necesarias para el presente. Los éxitos de años anteriores no garantizan el rendimiento actual, y el club debe adaptarse a la competencia creciente en la Liga MX. Otros equipos han reforzado sus plantillas de manera estratégica, mientras que América parece esperar que el prestigio histórico siga sosteniendo sus resultados.
Para la siguiente temporada, es fundamental que la directiva haga una inversión inteligente en jugadores de jerarquía. No se trata solo de fichar nombres mediáticos, sino de reforzar posiciones donde el equipo ha mostrado debilidades claras. Además, algunos futbolistas que fueron parte del tricampeonato podrían haber cumplido su ciclo; mantenerlos por nostalgia puede ser perjudicial para el equilibrio del plantel. El momento de tomar decisiones difíciles es ahora: dejar ir a quienes ya no aportan al rendimiento colectivo y apostar por talento fresco que pueda marcar la diferencia.

La afición del América también juega un papel central. Los fans no solo esperan resultados, sino que exigen ver un proyecto sólido y coherente. La paciencia tiene un límite, y los seguidores más apasionados ya expresan su frustración por decisiones que parecen más sentimentales que estratégicas. Aquí es donde la directiva debe escuchar y actuar: un club de la magnitud del América no puede depender únicamente de su historia; necesita decisiones inteligentes que aseguren su competitividad a corto y largo plazo
En conclusión, el Club América sigue siendo grande, pero la grandeza no se sostiene únicamente con recuerdos de tricampeonatos ni finales pasadas. La directiva tiene que mirar hacia adelante, tomar decisiones valientes y estratégicas, y construir un plantel que pueda competir con fuerza y constancia. El futuro del equipo depende de su capacidad para combinar legado histórico con visión moderna y liderazgo firme.
Si no se actúa con claridad, los resultados serán negativos y los problemas del presente podrían superar los logros del pasado. América necesita equilibrio: mantener la identidad y los valores que lo hicieron grande, pero adaptándose a los tiempos actuales, reforzando su plantilla y dejando atrás la nostalgia que puede estar limitando su crecimiento.
Por Diego Becerra



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