Opinión: Sin refuerzos de categoría, Jardine seguirá pagando las decisiones de Baños
El América debe ir a la carga por jugadores de primer nivel.
André Jardine no tiene la culpa de todo, pero está pagando un precio que no debería ser solo suyo. América no viene jugando bien. Punto. Las figuras se fueron y los refuerzos llegaron tarde, mal apuntados y sin nivel. El equipo pierde identidad, claridad y contundencia. Y mientras tanto, quien debería asumir responsabilidades, Santiago Baños, sigue sin ceder.
Estos cinco jugadores, Javairô Dilrosun, Igor Lichnovsky, Victor Dávila, Kevin Álvarez y Néstor Araujo, no solo representan un gasto elevado en salarios, sino que tampoco han rendido lo esperado dentro del campo. La directiva busca iniciar una limpia que alivie la carga económica y abra espacio para refuerzos que realmente puedan cambiar el rumbo del equipo. Liberar plazas de extranjero y reducir sueldos altos es el primer paso para atacar un problema que venía acumulándose y que, de no resolverse, seguirá limitando al América tanto en rendimiento como en capacidad de fichajes.
El 2026 no puede ser más de lo mismo. Jardine necesita plantarse, exigir y ser escuchado. No puede construir con migajas y esperar resultados de campeón. América necesita refuerzos de verdad, futbolistas que marquen diferencia, no experimentos ni compras de relleno.
Si no hay cambios de fondo, el club seguirá pagando errores que se pudieron evitar. Jardine merece herramientas, no excusas. Y Baños debe entender que su lugar es respaldar, no entorpecer. América necesita decisiones claras, y el próximo año tiene que ser distinto.
Por: Diego Becerra.